Just Cause 2 - Análisis

Lo que me gusta
+ Las opciones que abre el uso del gancho-paracaídas, un soplo de aire fresco en el género
+ Más de 100 vehículos y una cantidad impresionante de armas abren un universo de posibilidades
+ La puesta en escena es espectacular, y la variedad de entornos y paisajes (playas, montañas, ciudades, bases militares...)
+ Panau se ha convertido en sinónimo de diversión, se ha creado una isla que destila personalidad
Lo que NO me gusta
- Fallitos puntuales en el motor físico y gráfico deslucen el excelente resultado del juego
- El sistema de apuntado, mejorable
- Explotar las posibilidades de Rico nos llevará un tiempo 
 
 
Puntuaciones finales
Adicción: 9 - Sin duda el punto más fuerte del juego es la cantidad de horas y posibilidades jugables que ofrece. Tenemos, literalmente, más de 100 vehículos (desde motos a aviones) y una cantidad impresionante de misiones disponibles, tanto (y tan bien llevado) que no echaremos de menos la opción de multijugador y/o modos online.

Jugabilidad: 10 - Aunque nos costará un poco hacernos con el control de Rico en las primeras horas de juego, una vez lo hagamos el sistema funciona muy bien. Las posibilidades de nuestro gancho (ahora combinable con otros objetos) abren muchísimas opciones para el jugador, refrescando la mecánica de juego. Una ingente cantidad de armamento y vehículos son la guinda del pastel.

Originalidad: 8 - Aunque el concepto de sandbox no sea nada nuevo y esta segunda entrega sea más una evolución de la primera que algo completamente nuevo, hay que destacar la nueva mecánica de juego, los esfuerzos de Avalanche por darle personalidad a la saga y el carisma de Rico y los personajes secundarios. Además, las posibilidades de diversión que ofrece Panau son casi ilimitadas...

Técnica: 8 - Muy sólido a nivel gráfico y espectacular en su puesta en escena, el mayor lastre de Just Cause 2 son sus fallitos puntuales en el motor de juego, con extrañas (y a veces, cómicas) consecuencias: un gancho que no se agarra, elementos que no explotan, enemigos temporalmente inmortales... Por destacar otros puntos brillantes, tenemos que hablar del motor físico, acabado gráfico o doblaje... ¿Ves como sí se puede doblar un sandbox, Rockstar?
 Rico vuelve a la acción... Por la puerta grande
 
Traicionado por el que fuera su antiguo jefe, encerrado y buscado en la isla de Panau, cercado por el ejercito militar del dictador Baby Panay... Rico Rodriguez no empieza Just Cause 2 con demasiadas facilidades, pero no es un tipo al que le gusten los retos fáciles. El agente secreto es de los que se crecen ante las dificultades, y no dudará en poner todo su talento a manos de la resistencia local y comerciar en el mercado negro para conseguir armamento suficiente para acabar con el dictador y, por supuesto, vengarse.

Más allá de la divertida mecánica de juego y la libertad que se le da al usuario - típica de un sandbox - Just Cause 2 enriquece su propuesta con maniobras espectaculares (marca de la casa, como la opción de hacer surf sobre coches, motos y aviones) y concretamente dos apartados muy importantes en la secuela:

- Por una parte, la idea de la destrucción masiva. Just Cause 2 nos recompensa por causar el máximo caos posible al jugar. Para demostrar que nos oponemos al actual

gobierno de Panau tendremos que causar daños masivos en la isla y en sus instalaciones (radares, infraestructura eléctrica, bases militares). Por supuesto, este es uno de

los elementos más divertidos del juego
, conseguir causar daños masivos en zonas de la isla y escapar indemnes de un ejército cabreado (incluso neutralizar las armas)

- Por otra, la excelente física del juego permite que le saquemos mucho más jugo a nuestro gancho / paracaídas. Ahora podemos combinar dos cosas (por ejemplo, un barril inflamable y una bombona de gas) y conseguir interesantes efectos (al dispararle, la bombona sale lanzada arrastrando el barril, hasta que explota y hace explotar al barril). Unir el gancho y el paracaídas (para hacer algo similar al parapente), atar a un enemigo a un vehículo, utilizar un helicóptero para remolcar cosas...
Panau es nuestra zona de juegos, y con un poquito de imaginación podremos hacer cosas sorprendentes.

Darle personalidad a un título que comenzó siendo muy similar a vacas sagradas como GTA ha sido un trabajo arduo, pero en Avalanche Studios han sabido cómo hacerlo. Para empezar el personaje principal, Rico Rodríguez, ha ganado profundidad e interés, y muchos enteros al interactuar con otros personajes bien definidos. El siguinte paso lógico era evolucionar la historia para hacerla menos plana y más adictiva: hecho. Vamos a encontrar traiciones (esperadas e inesperadas), interesantes giros en la trama y alguna que otra sorpresa que hará que se os descuelgue la mandíbula... Por último, darle vida a la increíble isla de Panau, desde sus cumbres nevadas a su puesta en escena.  


El apartado gráfico de Just Cause 2 es espectacular y brillante - sobre todo si tenemos en cuenta las posibilidades destructivas que ofrecen los distintos escenarios, o cómo la isla es completamente 3D y podemos movernos con libertad por la tierra, el mar o el aire, incluso sobrevolarla con un avión - y la isla de Panau un gigantesco mini-universo de posibilidades. Lo malo es que vamos a encontrar numerosos glitches, fallitos esporádicos que afectan a la mecánica de juego y deslucen - en parte - este colosal trabajo.
El apartado sonoro es especialmente bueno a nivel de doblaje, y es que todos los personajes del juego hablarán un correcto español, haciendo la experiencia mucho más inmersiva (y dándoles un zas, en toda la boca a los que defendían que era imposible doblar un juego del tamaño de GTA IV). La banda sonora es algo más discreta, pero ambienta a la perfección nuestras correrías por la isla, desde los momentos más tranquilos a los auténticamente emocionantes.

 
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